Javier Barbado / Imagen: Diego S. Villasante. Madrid
La importancia de internet para dar a conocer las clínicas privadas e, incluso, para aprovechar sus sistemas internos de gestión de archivos no pasa desapercibida en el grupo USP. No lo hace, desde luego, en la San Camilo de Madrid, con cuyo gerente ha conversado este periódico. Aparte de disponer de un portal integrado en la web oficial del grupo, la clínica organiza en un programa PACS (Picture Archiving and Communication System) las imágenes que le proporciona la tecnología médica, de modo que se ahorra el uso de películas “salvo que algunos pacientes o profesionales médicos soliciten la plaza”. Entre los proyectos más innovadores del centro, destaca la línea de servicios abierta por la clínica para pacientes de origen chino, para lo que se ha contratado a personal cualificado que intervenga como intérprete.
¿Desde cuándo dirige la USP San Camilo de Madrid?
Para ser exactos, desde el 13 de marzo de 2006, día en vine a Madrid procedente de otro hospital del grupo USP, La Esperanza, en la ciudad de Vitoria. Después de llevar allí seis años, el presidente de la compañía me llamó para hacer la misma tarea en el USP San Camilo de Madrid.
El hospital se unió a la red de centros de USP en 2000, pero se fundó en 1945. ¿Ha cambiado su capacidad asistencial, su dotación y equipamiento en la última década?
En efecto, en 2000 el hospital necesitaba una franca reforma. Evidentemente, los hospitales que tienen un uso muy acusado por parte de los pacientes (de hecho San Camilo siempre ha sido un hospital muy demandado por la sociedad madrileña) sufren un desgaste. Probablemente, en los últimos años previos a la venta, al no haberse tomado las suficientes medidas de reforma, el hospital se deterioró todavía más.
En este momento, cuando han pasado ya casi doce años desde que se incorporó al grupo, se ha hecho completamente nuevo. Para [esta reforma] no se ha cerrado el centro porque no podemos permitirnos el lujo de poner empleos en riesgo. Se han ido haciendo reformas estructurales de equipamiento, aparataje, dotación tecnológica… propios de un centro del siglo XXI. Por ejemplo, toda el área quirúrgica está reformada; el área de diagnóstico por imagen es absoluta y completamente nueva; tenemos máquinas de últimas tecnológica como dos resonancias magnéticas (una de ellas abierta para eludir problemas con los pacientes claustrofóbicos), un escáner de 16 cortes que permite incluso hacer endoscopia virtual y escáner de coronarias; varias salas de ecografías, de ecocardiografía, un telemando digital que se está renovando ahora…
Todo el hospital funciona integrado en un sistema PACS [Picture Archiving and Communication System] de gestión y administración de las imágenes, de tal manera que estamos evitando el uso de películas salvo que algunos pacientes o profesionales médicos soliciten la placa. Todo viaja ya como lo hacen las fotografías en la red, es decir, a través de imagen electrónica.
Háblenos con más detalle de este sistema.
Se trata de un sistema que se ha implantado hace escasamente un año. Estamos muy contentos y ha requerido un redimensionamiento tecnológico muy importante, sobre todo a nivel de servidores y de informática. Pero es que todo el grupo USP tiene un sistema de gestión de la información sanitaria propio denominado HM, de modo que este por el que me pregunta no deja de ser un añadido a ese sistema, que gestiona todas las historias clínicas de todos los pacientes atendidos en España por la compañía.
La verdad es que el hospital no ha cambiado físicamente en el exterior (entre otras cosas porque el Ayuntamiento no nos lo permite porque es un edificio protegido dentro del Barrio de Salamanca), pero sí que por dentro es un hospital absolutamente renovado. Por ejemplo, la Unidad de Hemodiálisis es puntera entre las muchas de que dispone el hospital. Y hay, en este momento, nueve quirófanos abiertos; una unidad de recuperación posanestésica con catorce puestos, por un lado, que dan servicio a los siete quirófanos principales, y otra de seis puestos, que da servicio a los dos quirófanos que hemos abierto recientemente para hacer cirugía mayor ambulatoria en un circuito independiente que está integrado dentro del bloque quirúrgico. En fin, también se ha hecho un laboratorio de análisis clínicos de casi 200 metros cuadrados (se ha invertido muchísimo dinero en su renovación); disponemos de un laboratorio de anatomía patológica muy importante, varios profesionales dedicados a prestar servicios de forma autónomas en bancos de sangre, neurología…
¿De cuántos profesionales dispone el hospital y de qué categoría?
El hospital funciona a partir de lo que denominamos “hospital abierto”, lo que significa que, a priori, no tenemos una plantilla definida y cerrada, sino que los profesionales que poseen un determinado prestigio (cirujanos, médicos… y cualquier otro tipo de profesional que se dedique al ámbito sanitario) tiene cabida en nuestro hospital. La única cortapisa que le podemos poner a un profesional en un momento determinado es que demuestre que es lo suficientemente bueno en lo que hace, y creemos que tenemos una dotación médica muy buena. De hecho, unos 150 cirujanos trabajan de forma habitual o continuada en el hospital. Además hay otra serie de cirujanos que, de forma esporádica, en función de la demanda, recurren a nuestros servicios; lo cierto es que hay determinadas especialidades que no tienen demanda con demasiada frecuencia por muchas razones, entre otras la crisis económica que nos asola a todos y que no deja de afectar también al ámbito sanitario.
En cualquier caso, aparte del personal médico y sanitario, la plantilla del hospital está compuesta de una plantilla de unas 310 personas fijas más todas las personas de plantilla que tienen una rotación en función de determinados picos de actividad y demanda.
En la web corporativa, se accede al blog de Alfredo Alonso Poza, reputado médico que trabaja en la clínica. ¿Considera importante la participación del centro en las redes sociales y en internet?
Ahora mismo le damos toda la importancia a la web y a las redes sociales. Hoy día, si no estás dentro de las redes sociales, si no tienes una web potente que funcione, informe y permita ser accesible a muchas personas que buscan información, se está un poco en fuera de juego. Desde hace muchísimos años la compañía apostó de una forma muy seria por la imagen y la comunicación, de tal manera que, en todos los hospitales, hay una dirección de imagen y comunicación que se preocupa mucho de todos estos aspectos tecnológicos y de la gestión de los recursos que existen en el hospital, que son muchos y variados: dese cuenta de que, en nuestro hospital, estamos haciendo una media de 18.000 intervenciones quirúrgicas al año y una media de 150.000 estudios por imagen, todo lo cual genera noticias que hay que gestionar.
La web del hospital –que pertenece, por supuesto, a la del grupo USP, y que está enlazada con todas las web de los centros, trece hospitales repartidos por toda España y muchos ambulatorios periféricos– dispone de links a diversos profesionales, como bien dice: Enrique Pérez Luengo, Alfredo Alonso Poza… Si accede el usuario verá que hay un acceso sencillo a los profesionales para demandar información o ver incluso si alguna de las patologías puede resolverse por medio de los servicios centrales del hospital.
¿Con qué aseguradoras de salud está vinculada la clínica?
Con absolutamente todas. Con unas más que con otras en función de su implantación en cada territorio. Madrid, evidentemente, es el gran mercado donde todas las empresas aseguradoras y hospitales tienen presencia, pero en otras zonas del país, tal vez alguna aseguradora tiene menos presencia por razones históricas o porque es, precisamente, una compañía local. Pero en Madrid, concretamente en San Camilo, trabajamos en este momento con unas 157 aseguradoras más todos los servicios internacionales que ofrecemos. Como Madrid es una ciudad absolutamente receptora no solo de visitantes turísticos, sino también un centro de negocios fundamental en el sur de Europa, tenemos muchos acuerdos firmados con entidades de seguros internacionales.
Además estamos abriendo líneas para nichos de mercado que no están lo suficientemente bien atendidos (por ejemplo, recientemente hemos inaugurado una línea de servicios para pacientes chinos; en este sentido, hemos contratado a personal para que ayude a interpretar el idioma que habla gente que no domina el español).
¿Cuál es el objetivo y la composición de las unidades asistenciales?
Tenemos unidades asistenciales compuestas por un solo cirujano, un solo profesional, y otras de carácter pluridisciplinario constituida por 20 o 30 especialistas (por ejemplo, traumatológos).
USP es uno de los patronos del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). ¿Considera eficaz la labor que desarrolla esta asociación, la primera que aglutina en España a la sanidad privada?
Es un hecho histórico, ya que se trata de la unificación de patronos hospitalarios y entidades aseguradoras. Desde el punto de vista profesional, el IDIS está desempeñando un papel relevante que creo que irá a más porque, tal y como está estructurada la atención sanitaria en España, el papel de la sanidad privada tiene necesariamente que ir a más por muchas razones. Sobre todo porque no dejamos de ser un complemento de la sanidad pública muy importante; atendemos a muchísimos funcionarios por medio de las mutualidades administrativas (Muface, Mugeju e Isfas); y, en fin, hay muchos pacientes que nos eligen porque se pagan sus propios seguros, y esto no es barato. Dése usted cuenta de que, en nuestra nómina, a todos nosotros nos deducen unas cantidades importantes de nuestros salarios para pagar a la Seguridad Social, pero hay quien, aparte, elige pagar un seguro privado para tratarse en estos hospitales. Todos los pacientes que se atienden en la red privada (de USP o de cualquier otro centro privado) se retiran de la demanda de los hospitales y ambulatorios públicos, de modo que imagínese lo que supondría que toda esta atención no se diera y todos estos enfermos debieran ser atendidos en la sanidad pública: la colapsaría. Al fin y al cabo, la sanidad privada mueve el 8 por ciento del producto interior bruto (PIB) en España.
Todavía hay quien estigmatiza la sanidad privada y considera que, en caso de enfermedad grave, debe recurrir antes a la pública. ¿Considera superada esta creencia?
Evidentemente, las percepciones de cada uno son bien distintas y no dejan de ser apreciaciones personales. Sí que es cierto que, en el inconsciente colectivo, hay una norma por la que, tiempo atrás, se pensaba que si uno estaba muy enfermo y muy grave debía acudir a la sanidad pública. Sin embargo, hay hospitales privados en donde se está haciendo una Medicina absolutamente puntera, donde se está investigando y donde se está invirtiendo en unidades de investigación del cáncer que, en cambio, no se están implantando en determinados hospitales públicos debido a la falta de presupuesto. En todo caso, las necesidades médicas y de salud de cualquier ciudadano pueden estar tan bien atendidas en un hospital privado como en uno público, con una diferencia: probablemente, la rapidez y el coste –y esto es algo que, al parecer, nadie percibe– es netamente mejor en la provisión privada respecto a la pública por razones evidentes: la salud pública tiene unos 400.000 funcionarios a su cargo (prácticamente el 20 por ciento de los funcionarios del Estado) y esto supone un coste muy importante y un lastre en muchas ocasiones para determinada actividad. |